AVERNO
Un infierno se desata en mi cabeza, entre plagas de ideas, fantasías y temores.
Me detengo en medio de las llamas de mi ímpetu para dirigir la sinfonía de enajenaciones que intentan sofocarme. Observo a mis demonios y con cada mirada entrego una ley, un trayecto… aunque no lo deseen, saben que las riendas están tensas y que no hay modo de escapar del destino que les tengo escrito.
Mi deseo no es apagar las llamas, pues he conocido el paraíso y el asfixiante silencio de la paz me ensordecía hasta la demencia… mi deseo es sostener el fuego, utilizarlo como lecho, cambiar su color… mi deseo es utilizar su energía para cruzar hacia el otro lado. Aquel del que no hay retorno.
Tengo las herramientas para llevar a cabo lo que busco. El sensual filo de un cuchillo, una soga gruesa como mis penas y una vasija humedecida en sangre dónde volcar el alma de los que no callen sus irrespetuosos pensamientos asimétricos.
El orden, lentamente, se hace dueño de éste dulce averno… ahora puedes ocupar tu lugar en él… eres bienvenida.
Me detengo en medio de las llamas de mi ímpetu para dirigir la sinfonía de enajenaciones que intentan sofocarme. Observo a mis demonios y con cada mirada entrego una ley, un trayecto… aunque no lo deseen, saben que las riendas están tensas y que no hay modo de escapar del destino que les tengo escrito.
Mi deseo no es apagar las llamas, pues he conocido el paraíso y el asfixiante silencio de la paz me ensordecía hasta la demencia… mi deseo es sostener el fuego, utilizarlo como lecho, cambiar su color… mi deseo es utilizar su energía para cruzar hacia el otro lado. Aquel del que no hay retorno.
Tengo las herramientas para llevar a cabo lo que busco. El sensual filo de un cuchillo, una soga gruesa como mis penas y una vasija humedecida en sangre dónde volcar el alma de los que no callen sus irrespetuosos pensamientos asimétricos.
El orden, lentamente, se hace dueño de éste dulce averno… ahora puedes ocupar tu lugar en él… eres bienvenida.
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