HAMBRIENTA IMPIADOSA
Una mujer es como la rosa que deslumbra con su perfección, pero que hay que saber tomar sin lastimarse.
Una mujer debe siempre ser tratada con suma precaución…ya que es peligrosa como filosa cuchilla.
Una mujer es y siempre será el más poderoso y dulce virus para un hombre, pues carecemos de defensa alguna ante sus miradas y caricias.
De una mujer, nunca quieras saber demasiado, sus secretos podrían ultimar su propia magia.
De una mujer, no pretendas más que esa ilusión que proyecta… podrías quedar abandonado en la esperanza eterna.
Nunca te detengas a razonar sus caricias y besos, sus actos o dichos… puede que no sean más que mentiras… pulcras y hermosas mentiras de mujer.
De una mujer, cuídate de sus besos… no los bebas muy de pronto, ya que podrías morir intoxicado por su pasión.
Teme… y si puedes, corre para escapar de donde estés si una mujer llora por otro hombre… no hará más que ahogarte en sus ácidas lagrimas de amor por aquél, sin siquiera considerarlo un segundo.
Pero, si pese a mi aviso y consejo, decides quedarte con ella y perderte en su telaraña… sé bienvenido y ve quitándote el corazón de su lugar… le gusta cenarlos fríos.
Una mujer debe siempre ser tratada con suma precaución…ya que es peligrosa como filosa cuchilla.
Una mujer es y siempre será el más poderoso y dulce virus para un hombre, pues carecemos de defensa alguna ante sus miradas y caricias.
De una mujer, nunca quieras saber demasiado, sus secretos podrían ultimar su propia magia.
De una mujer, no pretendas más que esa ilusión que proyecta… podrías quedar abandonado en la esperanza eterna.
Nunca te detengas a razonar sus caricias y besos, sus actos o dichos… puede que no sean más que mentiras… pulcras y hermosas mentiras de mujer.
De una mujer, cuídate de sus besos… no los bebas muy de pronto, ya que podrías morir intoxicado por su pasión.
Teme… y si puedes, corre para escapar de donde estés si una mujer llora por otro hombre… no hará más que ahogarte en sus ácidas lagrimas de amor por aquél, sin siquiera considerarlo un segundo.
Pero, si pese a mi aviso y consejo, decides quedarte con ella y perderte en su telaraña… sé bienvenido y ve quitándote el corazón de su lugar… le gusta cenarlos fríos.
Comentarios
saludos!