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Mostrando las entradas de enero, 2007

MORBIDO AMOR

Aclaración (que debería ser innecesaria): No necesariamente cada cosa que uno escribe representa lo que uno siente o piensa. Es arte, ficción, una mera mentira en este caso literaria... a veces un capricho. Ésta es una de esas cosas... En secreto la observo, escondido en el silencio. Me acerco a su puerta, la escucho… está sola esperando que alguien la rescate de su desierto. Entro por detrás, pues no quiero arruinar el desconcierto de nuestro encuentro. Las sombras me visten de misterio y lentamente me adentro en la tormenta que se desatará cuando me vea. Me aproximo a su habitación hasta que el aroma de su piel mojada por las gotas que aún caen de su pelo recién lavado me baña en una lluvia de codicia. La espío. Soy invisible a sus dulces y negligentes ojos, hermosos como su inocencia. Se posa frente al espejo mientras se seca el cabello, casi admirando su propia belleza, su rostro, sus pechos… ya se sabe perfecta, a pesar de su tierna y timorata existencia. Es el momento. Lo siento

DESCONOCIMIENTO Y CERTEZA

Nada sé de tus hábitos, de tus costumbres… no sé si cantas en la ducha, si te bañas cuando duerme la ciudad o cuando se asoma el sol por el horizonte, como un niño curioso espiando sobre la tangente. Nada sé de tus rituales para hacerte el café, si tomas la taza con ambas manos en invierno para calentar tus afables manos pequeñas como retoño o si lo prefieres frío cual estanque de campo en invierno. Tampoco sé de tus tormentos o esperanzas. No sé si prefieres el mar o la montaña, el día o la noche… nada sé de ti, mas sí sé algo… y es que hace un tiempo ya que surges como estrella fugaz atravesando mi mente para robar algunos minutos de mi día ajetreado y veloz como tren descontrolado. Y es en esos minutos que todo se detiene… todo se calma… todo.

NO, NUNCA

No sabía que tus manos eran tan hermosas... ni sabía que el tiempo nos haría esto. No sabía que los días eran asesinos por naturaleza de todo lo que amaba ver en tus sonrojadas esperanzas. Tampoco sabía que las palabras eran de papel y que el viento las rompería en millones de letras sin sentido... Nunca sospeché que la lengua que ayer marcaba las horas, sería el látigo que me llevaría a una muerte dolorosa y fría. Pero ya lo ves… aquí estoy tendido bajo tu ensangrentada espada de ausente amor.

PENA

Disimulada, tímida, curiosa. Perfecta tu mirada se escapa de tus ojos simples y bellos. Se deslizan y escabullen tus pensamientos inundados de deseo. Arden tus manos y se desangran de pasión buscando mi piel perdida en algún rancio recuerdo. Soy la noche de lo que alguna vez te di… un fantasma. Soy una distorsión de mi pasado. Un error incorregible, un sueño que agoniza lentamente en la horca del tiempo.

ADVERTENCIA

Mírame. Cuídame de no caer en el pozo de tus caprichos, pues no quiero lastimarlos en mi intento desesperado de huir de tus negros y dulces deseos. No ambiciono ser yo quien te arranque el alma de un zarpazo, pero me has puesto en el lugar de un animal acorralado, que por el mero espíritu de supervivencia hará lo que sea por no morir bajo tus hermosas garras. Nunca creí ser el victimario... sin embargo, ahí te veo… tendida y asfixiada por mis sangrientas palabras de fingida aversión. Es que en mi eterna caída a la miseria de mis ideologías quise resguardarte de mis perversos y oscuros besos de soledad.